A veces sin darnos cuenta los fotógrafos asumimos mucho riesgo por conseguir la fotografía que buscamos. Arriesgamos el equipo, la cámara, los objetivos, los flashes o incluso arriesgamos nuestra integridad física para esa foto buscada. Nos arriesgamos acercándonos demasiado, alejándonos demasiado, subidos a las alturas, debajo de la acción, en la parte de fuera de una curva, dentro del agua, al borde de un acantilado, etc.
Incluso, seguro que conoces la famosa frase de Robert Capa: “Si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es porque no estás lo suficientemente cerca”. Y si lo decía un maestro como el, que te voy a decir yo.
De echo en este post de hoy me voy a centrar en la premisa que el gran Robert nos dejo: estar lo suficientemente cerca. Porque haciendo las fotos más cerca, se ganan muchos puntos. Siempre apoyándonos en las regalas compositivas que estemos desarrollando en ese momento, pero cuanto más cerca de la acción, mejor.
¿Qué necesitas para estar lo suficientemente cerca?
¿Requiere grandes teleobjetivos? Pues tienes razón, si la acción esta muy lejos necesitamos un teleobjetivo para acercarnos a la acción. O podemos buscar alternativas y buscar momentos o situaciones donde la acción se acerque a nosotros, a tiro de angular.
Una situación donde siempre puedes pensar en grandes teleobjetivos es en el futbol. Cuando estamos allí lo interesante es tener esos 300/400 mm o incluso 500/600 mm de focal fija 2,8, ¿verdad? ¿Se pueden hacer fotos con un ojo de pez? Es el extremo contrario a esos teleobjetivos enormes que tanto nos gustaría tener.
Aprovechando el momento oportuno
Espero que en tu cabeza, hayas respondido afirmativamente y mi ejemplo no te sorprenda. Aunque para mi, aun estoy demasiado lejos y seguramente intente la fotografía siguiente en un futuro:
Cuando estamos disparando desde el fondo, normalmente tenemos a los jugadores muy lejos, pero cuando sacan un corner, al menos uno de ellos se acerca a nuestra posición. Tenemos que aprovechar ese momento para hacer caso al gran Robert Capa.
Otros ejemplos
En otros deportes pasa parecido. ¿Cuantas veces hemos ido a una carrera de bici (por ejemplo) con un 70-200 o parecido? Esta muy bien, salen las fotos recortadas de los corredores, pero, ¿estamos lo suficientemente cerca?
En la siguiente fotografía, los riders bajaban muy fuertes, lo que les permitia tumbar en el peralte para tomarlo por la trazada correcta. Pero en el caso de este deportista fue diferente. Bajaba pasado de velocidad y al tomar la curva se le fue la rueda delantera de la trazada y se salio, literalmente, del peralte.
Cuando estas ahi en el suelo, vas viendo esto a trompicones o saltos, mientras el obturador está subiendo y bajando en la ráfaga. Incluso gracias a el suspiro de los espectadores franceses que estaban detras de mi, podía intuir que paso muy cerca. Pero tuve suerte, el ciclista no me comio, y tengo la fotografía que quiero.
Aunque hay que tener cuidado y saber donde nos metemos antes de intentarlo. No sera el primer caso que conozco de compañeros han tenido como mínimo un susto en situaciones parecidas.
Incluso a alguno le ha pasado más cerca de lo que le hubiera gustado un bicicleta mientras el deportista que fotografiaba se caia a su lado. Y como siempre estar cerca implica problemas, como uno que le atropellaron en una prueba ciclista y acabo mandando al SAT su cámara y objetivo.
Conclusión:
Cuando estes fotografiando en un evento hazte la pregunta del sr. Capa: ¿Estoy lo suficientemente cerca?
Si es que si, considera si puedes acercarte todavía más. Si la respuesta es negativa, ya sabes lo que tienes que hacer. Acércate!
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¡Gracias por pasar!