El martes cogí un vuelo desde Madrid a Edimburgo. Y de ahí un autobus directo a Glasgow, me dejo la capital de Irlanda para el final del viaje. El objetivo del viaje, es ir a la Copa del Mundo de MTB que celebra su segunda prueba en la localidad escocesa de Fort William.
Pero los entrenamientos y la carrera en sí, no empiezan hasta el jueves, incluso el viernes. El jueves es para inscripciones y bajar por primera vez el circuito de la prueba.
Eso si, el jueves solo se puede bajar andando. No se puede ir con la bici, así que los riders aprovechan para mirar las trazadas, y por cual es el mejor sitio para bajar todas las partes del circuito.
El viernes, en los entrenamientos oficiales, tendrán el tiempo necesario para ver como hacerlo con la bici y si esas trazadas que hacían el día anterior mentalmente son la mejor y más rápida forma de bajar el trazado del circuito.
Visita turistica en Glasgow
Pero antes de ir a Fort William, toca pasarse de visita al amigo exiliado, o como diría algun político, el que opto por la movilidad internacional. Y como vive en Glasgow, pues allí que vamos.
Una ciudad llena de contrastes. Con unos edificios industriales, modernos, victorianos, etc. Una mezcla extraña presidida por su catedral gótica, rodeada con su necrópolis impresionante. La verdad es que ambos conjuntos me parecieron lo más bonito e importante de la ciudad.
Al menos en cuanto a lo “antiguo” de la ciudad. Glasgow es un lugar especial, en el que perderse cámara en mano, no un día, sino varios. Descubrir rincones ocultos, que guardan grafittis impresionantes o edificios de estilo moderno integrados con la ciudad.

Catedral de Glasgow
¿Espectacular, verdad? Además tube la suerte de que el tiempo me respetara en mi paseo, dejándome con un cielo de nubes y claros que le favorece mucho.
Mañana empieza lo bueno. Pero eso te lo cuento mañana.