Doble Jota, Fotografía deportiva

Me cambio a Sony. Adios Canon, siempre te querré…

Pues si amigos, me cambio a Sony. Ha llegado el momento de confirmar lo que empezó hace casi un año, en octubre del 2017, que tuve la idea de comprar la Sony a9, ese camarón que todavía sigue imbatible, ni los nuevos modelos sin espejo de Nikon le hacen sombra. Verdaderamente algo complicado, porque al menos para mí, es la mejor cámara de fotografía deportiva del mercado.

Pero, comencemos por el principio, porque toda historia, tiene un principio, ¿verdad?

Mi primer amor: Canon 400D

Como todo buen milleniam, soy un fotógrafo digital, “nací” fotográficamente hablando en la época digital, con mi querida Canon 400D, una cámara de iniciación o de gama de entrada en el mundo de las réflex, con su 18-55 mm. El combo básico por el que todo el mundo ha pasado, en algún momento de su historia.

Desde ahí compré mis primeros objetivos, que recuerdo con cariño, el Canon 10-22 mm y el Canon 70-300, el Canon 50 mm 1,8… Tenía todas las distancias focales cubiertas y empecé a aprender a hacer fotos a todo lo que se movía. Daba igual, estaba aprendiendo (y sigo aprendiendo) y sólo pensaba en hacer fotos y fotos (como ahora vaya jajaja).

Creo que a la pequeña 400D, llegué a hacerle más de 200.000 disparos, y todavía funciona… Aunque hace mucho que no la uso…

Después de 5 años, y miles de fotografías, llegó el momento de buscar una cámara mejor… con la que conseguir mejores resultados y conseguir algunas características que no tenía en mi pequeñaja. En ese momento, después de mucho buscar, llego a mis manos…

La cascanueces, o en su nombre comercial, Canon 1D Mark III

El salto fue increíble, de una serie iniciación a una serie 1D. De la serie de entrada, a la gama profesional. Las cámaras grandes hechas para hacer fotos. La máquina con la que currar y trabajar mi sueño.

He de reconocer que mis primeros viajes internacionales por trabajo fueron con esta cámara y le di mil batallas, funcionando siempre a la perfección.

Más de 5 años currando a fuego con esta cámara en cualquier situación y momento, con muchas fotografías en su espejo. Pero siempre cuidándola como si fuera un tesoro (más que nada porque iba con un solo cuerpo). La joya de la corona, hasta hace poco claro.

Por aquel entonces, seguía aprendiendo y el tiempo pasaba, buscaba nuevos límites y la cámara no me los daba. Cada vez me llamaba más la atención el vídeo, y en esta cámara no lo llevaba. Pesaba mucho, unos 1.200g, y en las jornadas largas en las que no usaba monopie, me quería morir después de unas cuantas horas.

Cada día que pasaba, los motivos para cambiar se hacían más y más evidentes.Entre las candidatas estaban la Canon 1D X y Canon 1D X Mark II. Fueron mi primera referencia y en las que busqué una sustituta, pero eran igual de grandes que la que llevaba y eso me tiraba para atrás.

No tengo ninguna duda de que siempre la recordaré, como ese caballo de batalla grande y robusto que podía con cualquier cosa que le echaran. El gigante. La Cascanueces.

Te recordaré siempre, grandullona.

Sin espejo, primer contacto

Y cuando con más ahínco estoy buscando una sustituta, aparece en los medios la Olympus Omd Em-1 Mark II, un cañón de cámara, pequeña, con unos objetivos pequeños, y con velocidad, ráfaga, vídeo, enfoque endiablado… parecía que lo tenía todo. Pero todo era demasiado pequeño, incluso el sensor. Y en el sensor, y las fotos que conseguía, fue donde no me convenció.

No se puede decir que no la probara, estuve un mes con ella en casa y la saqué a más de un sitio, tenéis en el vídeo mi experiencia con la Olympus Omd Em – 1 Mark II. Al final no encontré ese punto que me acabara de convencer, y me enamorara de la cámara. Fue una decisión difícil y muy personal.

Te recomiendo que la pruebes, y que hables con la gente de Olympus España. Te dejarán un modelo y quien sabe, puede que encuentres el amor, que te guste, te convenza, y por que no, te pongas a currar con ella. Si buscas a alguien que curre con este sistema, te recomiendo a Fernando Rodríguez Marmolejo.

Sony Alpha 9, líder del sector. 

Junio de 2018, Sony presenta su nuevo modelo, la Sony a9. Un cañón especializado en fotografía deportiva y de fauna, que parece que está hecho para mí y para lo que estaba buscando. Las prestaciones de un gigante en un cuerpo pequeño. Lo tiene (casi) todo:

  • Sensor apilado, tecnología nueva.
  • Velocidad de enfoque y capacidad de enfocar sin casi luz
  • Puntos de enfoque: 693!!
  • Sensor de tamaño completo
  • Ráfaga de 20fps!
  • Obturador electrónico sin blackout (se acabó aquello de si lo no lo viste lo tienes, ahora lo ves TODO)
  • Disparar a 1/32.000 (todavía no lo he usado)
  • Disparo silencioso, si no te oyen, la fotografía es más natural…
  • Enfoque al ojo o a la cara (funcionan increíblemente bien)
  • Vídeo 4K (en vídeo es donde se puede mejorar)
  • Batería potente.
Pues si, en las anteriores generaciones de Sony las baterías eran, digamos, pobres de rendimiento (de esas que tenías que comprarte media docena). Pero en la nueva generación de baterías han conseguido lo que mucha gente estaba esperando, más duración de baterías en sus cámaras, que hacen que duren casi como una réflex (no tanto como una serie 1D, pero claro, la batería es la mitad, físicamente)
Con estas características, no me quedó más remedio que conseguir un modelo de prueba y llevármela a la Spartan Race de Valencia. En mi primera prueba con ella, me faltaba confianza en el sistema y durante casi todo el día no la usé. Al llegar la noche la cosa cambió.
Estaba en meta, en el fuego, y solo tenía esa luz.
A mi Canon 1D le costaba enfocar, pero con la Sony no fallaba una, así que me arriesgué y acabé la carrera usando esa cámara y dejando la Canon en la mochila.
Fue el principio del fin.
Mi primer día con la sony a9, Spartan de Valencia 2017
Cambios, cambios…
En diciembre de 2017, llegó el momento de tirarme a la piscina y comprar la cámara que inspiraba miedo… de la que todo el mundo hablaba, impresionados por sus capacidades, pero nadie daba el paso…
Después de mucho hablar con Pablo Gil, uno de los grandes en fotografía gastronómica y un gurú de las Sony, (No hay nada que no sepa sobre una Sony) mis dudas quedaron resultas y me hice finalmente con la Sony a9 + Sony 24-105mm f/4. 
Gracias a la gente de Fotografiarte, consegui este combo tan potente a un gran precio.
Un combo perfecto que completaba a mi equipo Canon, pero no siempre salen los planes como uno quiere.
Solución provisional, cambio definitivo
Mi idea era hacer una transición suave entre Canon y Sony. Ir aprovechando mi recién comprado equipo Sony y compaginarlo con el equipo completo que tenía de Canon. Pero poco a poco, los resultados, obtenidos con la Sony a9 fueron convenciéndome más, a medida que iba conociendo su funcionamiento y sacaba jugo a sus prestaciones.
Equipo Basella Race 2018 by Juan José Pestaña - Doblejotafotografia
Hasta que llegó el día que decidí dejar la Canon en casa, y hacer los trabajos sólo con Sony.
No podía estar más contento. Los resultados para mi trabajo son espectaculares. Se acabaron las fotografías desenfocadas… se acabó el no poder enfocar en situaciones de baja luz…no volver a llenar el buffer … el final de acabar destrozado por cargar tanto peso…se acabó el dinero en la cartera…
El siguiente paso estaba claro…
Necesitaba un segundo cuerpo para acompañar a la Sony a9 en mi aventuras por el mundo. ¿Has visto mi canal de Youtube con las aventuras?
Después de mucho leer, y ver a los compañeros que estaban trabajando con este modelo, decidí incorporar la Sony a7III a mi equipo como segundo cuerpo, para aumentar mi eficacia en los encargos, y mejorar también esos vídeos de los que te hablaba.
Hay una gran diferencia entre necesitar cambiar de lentes o poder disparar con 2 cuerpos configurados con diferentes focales. Eres mucho más rápido con 2 cuerpos que con uno solo.
La gente de Fotoruano nos consiguió un buen precio y teníamos que aprovechar la ocasión.
Haré una review en condiciones de esta cámara y cuáles son las diferencias con la Sony a9.
Además de la cámara, compré otro objetivo:
Sony 70-200 2,8, el sonyto.
¿Si el modelo de Canon era el copito, la versión de Sony será el sonyto, no??
Con el Sony 70-200 y la Sony a9 en la Asturias Bike Race
Bromas aparte, este objetivo es uno de esos “must” u obligados que todo fotógrafo deportivo tiene que tener. Una vez que lo tienes, lo sueldas a la cámara y no hay quien lo separe.
Subjetivamente hablando, me parece que está incluso en rendimiento y foco por encima de sus competidores de Canon y Nikon. O a lo mejor es que el conjunto con la Sony a9 es espectacular.
Mi equipo ahora mismo está compuesto de la Sony a9 + Sony a7III + Sony 24-105 mm f/4 + Sony 70-200 f/2,8 + Canon 15 mm f/2,8 + Metabon
¿Por qué me quedo el Canon 15 mm f/2,8?
La razón principal, es que en Sony no hay una alternativa real para este objetivo. No existe ( o todavía no lo conozco) ningún ojo de pez de Sony, que me mantenga el AF y sea f/2,8. Existen adaptadores, pero eso no sirve de nada.
Sony a9 + Canon 15 mm con metabone
Así que de momento, y aprovechando que tengo el metabones, me quedo con ambos.
El día que Sony, o Sigma, o Tamron, escuchen mis plegarias y saquen un ojo de pez de f/2,8, veremos la alternativa y podremos vender este objetivo mítico, mientras tanto tengo que seguir disfrutando de él.
¿Qué hago con el equipo Canon?
¡Pues venderlo! Así que si eres Canonista y te interesa algo de la lista, mándame un mensaje privado y lo hablamos.
  • Canon 1D Mark III —– 400 €
  • Canon 16-35 mm f/2,8 IS II —- 900 €  Vendido
  • Canon 70-200 mm f/2,8 IS I —- 1000 €  Vendido
  • Canon 50 mm f/1,8 —- 70 €
  • Sony a6000 + 16-50mm —-  450 €  Vendido

Todo viene con su caja. Objetivos con sus parasoles originales de regalo y las fundas originales.

Me encantaría que alguno de vosotros se quedara con un equipo como esté, que tantas alegrías me ha dado, y que ahora lo pudiera usar un lector de este blog. Precios negociables!
Después de contarte toda mi historia, mi equipo y lo que he pasado con ellos, me gustaría que me dejaras un comentario de como ha sido tu historia, cual es tu objetivo ideal, y lo que se te ocurra.
Recuerda pasarte por mi canal de Youtube y seguir mis aventuras por el mundo, y suscribirte!

2 comentarios

  1. Hola Doble J.
    Mi nombre es Eloy y ya me conoces de sobra de la murga que doy en nuestro querido grupo del sin espejo en facebook…
    Yo he sido como tú canonista desde mis comienzos en fotografía. Empecé en la empresa donde trabajaba teniendo una revolucionaria (no las serie Z de Nikon jejejejej) Canon 300D. La mítica y primigenia Canon de uso mayoritario digital. Luego me compré una 350D (ya completamente mía). De ahí pasé a una Canon 50D subiendo un peldaño. Posteriormente tuve una efectiva 7D, una buena full frame pero con enfoque pésimo 5DmarkII y la que hizo que viese la fotografía distinta, una fabulosa, dura y fiable Canon 5DmarkIII.
    cuando ya tenía los suficientes disparos como para ir pensando en el relevo me dio por pillarme a un precio atractivo una de las nuevas Sony sin espejo full frame, concretamente la A7II.
    Esta cámara me hizo ver las cosas desde otro prisma. Me ofrecía prestaciones con las que soñaba en mi Canon aunque en posibilidades y sobre todo rapidez de foco estaba por debajo. Sin embargo cosas como el estabilizador, los sistemas de visión directa de la fotografía tal y como saldría o la comodidad de uso me hizo replantearme todo.
    Yo hago sobre todo fotografía de modelaje y de boda.
    Estuve tentado de pillarme la A7RII pero las carencias de foco con respecto a mi probada y fiable 5DIII no me dejaban cambiar de sistema.
    Mientras esperaba una futurible Sony A7III para dar el salto al full frame sin espejo salió “la bestia” y me desarmó completamente: La increíble Sony A9
    Esta cámara replanteaba absolutamente todo lo que había hasta ese momento. Es potente, muy potente, tiene una ráfaga bestial sin perder en ningún momento la visión por el visor o pantalla (cero black out, olvídate de ver negro cada vez que sube el espejo. Todo el rato ves independientemente de que hagas ráfagas), un disparo electrónico que parecía de ciencia ficción, unos sistemas de enfoque tan potentes que me ha costado mucho tiempo hacerme a ellos, un enfoque al ojo que hasta que no lo pruebas no te crees como funciona y una serie de mejoras sobre la anterior generación que, viendo que tardaría en salir la A7III, no pude más que liarme la manta a la espalda e irme a por ella.
    Me costó mucho sacrificio puesto que era (y sigue siendo) una cámara muy cara, carísima. Pero tras meditarlo mucho me embarqué en ello.
    Pues una vez probé las prestaciones que me daba en una primera boda que hice con ella (con los objetivos de Canon con adaptador Sigma MC11) ví tantas posibilidades de esta cámara que tardé solo una semana en poner mi querida Canon a la venta.
    Con el tiempo he ido cambiando las ópticas por nativas y ahora, salvo el Canon 135LF2 que me enamora con el adaptador y un Tamron 70-200VC que tengo, todo lo demás es montura E.
    Simplemente animaros a los que estáis dudando entre seguir en el inmovilismo de Canon o dar el paso pero os gusta la textura, el bokeh y posibilidades angulares del full frame a que no tengáis miedo. Las nuevas Sony son unos sistemas más que probados y perfeccionados generación a generación. Ahora no solo están a la altura de sus homónimas réflex, sino que las superan en la mayoría de las comparaciones ampliamente…
    Saludos doble J!!!!!

    • Muchas gracias por pasarte Eloy, y contarnos tu historia.

      En este mundo fotografico siempre hay temor a cambiar de marca y más cuando llevas mucho tiempo con el material, además de esa creencia, de que una cámara ha de ser grande y pesada para ser la mejor. A ver si cambiamos eso poco a poco.

      Un abrazo amigo!

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